En la Biblioteca...

En la biblioteca uno se concentra. Ahora mismo estoy aquí, y el único sonido que logro captar es el de mis dedos golpeando las teclas y el del subrayador de mi compañera anónima de mesa mientras repasa derecho romano. Creo que es la primera vez que consigo trabajar durante hora y media seguida. Me encanta. Es un oasis de concentración, de estudio, de ambiente de trabajo, que contrasta mucho con el ambiente de no-autosuficiencia que tenemos en el colegio. Me parece que venir aquí se va a convertir en costumbre. Ahora es un buen momento para un descanso, levantar la vista de la pantalla y enfocar un objeto lejano, bajar a por un café por las escaleras y estirar las piernas ( puedo dejarlo todo aqui, no hay problema, está comprobado), darle un momento a los dedos y al cerebro y abstraerse mirando la penumbra de la ventana. De verdad, la biblioteca incluso hace salir el genio creativo. Es un placer haber descubierto esta Tierra Santa del trabajo.